Parir, llegar al mundo, la vida se abre paso. A veces sucede que los adelantos científicos y los caudales de información más que aclarar algunas cuestiones obnubilan. Sucede que las mujeres a veces olvidan que dar a luz es una experiencia única, natural, femenina e intransferible, en que la mujer multiplica sus fuerzas de una manera nunca pensada.
La cesárea como último recurso
En la actualidad un cuarto de los nacimiento se producen mediante una intervención quirúrgica, cuando la organización mundial de la salud indica que no deberían superar el 15% del total de los partos, este dato refleja de que manera la ciencia se interpone cada vez mas entre la mujer y el acontecimiento vital, la mujer es tratada como paciente, cuando esta clasificación se corresponde a la enfermedad, mientras que el parto es el paradigma de la vida.
Pero es importante también rescatar que la ciencia a inclinado la balanza hacia el lado de la vida en situaciones de parto que antes resultaban en la muerte del recién nacido o de la madre. Últimamente en Latinoamérica se ha dado un incremento llamativo en el número de cesáreas.
Pensémoslo. La cesárea es un modo de llevar mucho mas rápido al nacimiento, quizás alimentado por el temor médico a las demandas legales, los obstetras deciden esta forma de nacimiento por considerarlo mas seguro para el feto.
El dolor en la cesárea
Otro motivo es el temor de muchas mujeres a la experiencia dolorosa del parto, que entonces ejercen presión sobre los médicos para que ordenen la cesárea. Pero la realidad es que la posibilidad de complicaciones en la cesárea supera en 10 a 1 a las complicaciones dadas en los partos naturales.
Mientras que la mortalidad es cuatro veces superior a la dada por parto vaginal. Es un mito que luego de una primera cesárea los siguientes nacimientos deban darse por esta vía. El sesenta por ciento de las mujeres que han tenido una primera cesaría son aptas para el parto vaginal en el siguiente embarazo. Claro que esto requiere de pruebas médicas.
Cuando todo esta bien de acuerdo a los controles médicos siempre es recomendable humanizar la vida, vivenciar y ser conciente que luego de nueve meses donde la mujer alimenta con su propio cuerpo, nace la vida. Parir no es un trámite, tampoco es una instancia médica.
Como, donde y con quienes, es una instancia que debe ser decidida por los verdaderos protagonistas: los padres. Si el embarazo se desarrolla con normalidad y por control médico se establece que todo esta en orden, el parto vaginal siempre es más recordable que la cesárea